“En ocasiones, tu corazón necesita más tiempo para aceptar lo que tu mente ya sabe”… Esta frase la he leído un sinfín de veces, y en todas resuena muy fuerte dentro de mí.
¿Por qué? Porque es una gran verdad. No siempre la mente y el corazón están sincronizados para asimilar las cosas al mismo tiempo o de la misma manera.
Y esto se nota con más intensidad cuando recibimos una noticia que sabemos es devastadora, como el hecho de que uno mismo o una persona importante en nuestra vida tienen una enfermedad grave, que muy probablemente desenlace en la muerte.
Desde mi perspectiva, y en mi experiencia personal, los temas de enfermedad y muerte deben ser platicados en las familias, quitándose la falsa idea de que si hablas sobre ellas “las estás llamando”.
No, por supuesto que no es así. Son temas tan importantes que de ellos podrían depender la tranquilidad mental y espiritual de todos los que se vean involucrados en un proceso de cuidados del enfermo, más allá de los tratamientos alópatas y/o alternativos que se decidan seguir.
Por ello es importante platicar del tema, aclarar lo que el enfermo necesita y quiere, para que durante el tiempo de desahucio, la familia y los amigos sepan cómo apoyarle, pero principalmente para que todos logren amorosamente que lo que la mente ya sabe, el corazón lo acepte.
– BlanCalma