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La ley de polaridad; todo tiene su opuesto

¿Alguna vez te has quemado con agua caliente? ¿Alguna vez has puesto tu mano sobre hielo y la has quitado porque después de unos segundos sientes que te quema? Este podría ser uno de los ejemplos más simples para explicar la Ley de Polaridad, la cual expone que todo tiene su opuesto, pero a la vez los opuestos se encuentran de nuevo en un determinado punto.

Contenido en El Kybalión, este principio universal reza que: “Todo es doble; todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los semejantes y los antagónicos son lo mismo, los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son semiverdades; todas las paradojas pueden reconciliarse”.

Éste, el cuarto de siete principios contenidos en el libro hermético del que hemos compartido en textos anteriores, nos enseña que todo tiene su opuesto, pero a la vez ese opuesto termina siendo exactamente igual que el otro… de pronto puede confundirnos, porque nos hemos acostumbrado a oír que los opuestos se atraen y los similares se repelen.

Nada más irreal. Lo que en apariencia es diferente, en el fondo es igual. El día y la noche son un claro ejemplo de ello también, la diferencia radica en la rotación que se tiene y en los momentos en que cada parte del planeta se expone al sol o no.

Algo similar sucede con las parejas, cuántas veces no has visto que una persona cambia de relación, pero en el fondo puedes ver que las personas de quienes se rodea son siempre similares unas a otras.

La ley de polaridad también la podemos vivir cuando atravesamos por una tristeza muy profunda, de esa que nos lleva a llorar quizá en silencio, pero desgarradoramente. No es sino hasta que sacas todas las lágrimas que logras la paz, e incluso muchas veces te quedas dormida porque te cansaste de llorar, pero a la vez vaciaste toda la carga que llevabas y eso te dio paz.

Nos dice El Kybalión que toda verdad es una media verdad, o toda verdad es medio falsa, porque eso depende de dónde provenga la información.

Así que siempre recuerda, todo tiene su polaridad, su “otro lado”, su opuesto, una parte y una contraparte que hace que todo camine como debe ser…

– BlanCalma

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