Hablar sobre la forma en que nos alimentamos hoy en día es un tema que puede resultar polémico. Ahora se va más allá de tratar temas sobre el vegetarianismo o veganismo y el cuidado animal y se puede observar y documentar qué le hace bien o qué daña nuestro organismo.
Lejos de la polémica que todo esto puede causar, hoy te quiero compartir de manera breve, porque no se trata de mi especialidad, aunque conozco del tema, sobre los cinco principales enemigos en nuestra dieta diaria. Todos ellos son de uso común, y muy accesibles en cuanto a precio y presentación.
- El azúcar refinada
¡Tan rica que es, verdad! Y taaaaan adictiva. Entre más blanca es, se considera mayor el riesgo de que afecte al organismo. Lo ideal es que el azúcar que ingiramos sea la que contienen las frutas, y que lo hagamos de preferencia durante la mañana, porque nos aportarán la energía que necesitamos para un buen desempeño físico.
Entre otras cosas, se considera que el azúcar “blanca” puede provocar o desencadenar problemas de obesidad, diabetes, hiperactividad en los niños y problemas de caries o dentales. Se sugiere evitar sustitutos comerciales y se puede optar por la miel pura de abeja o stevia, entre otros.
- La sal refinada
En el caso de la sal siempre ha habido polémica, porque se trata de un ingrediente que sí tiene aportes para el cuerpo humano. Lo que se busca es que se consuma sal de mar (en grano) y no de la fina, pues además de estar procesada, ya no nos da los nutrientes requeridos.
Otro punto a observar es que ingiramos la menor cantidad posible, pero no anularla. Sólo hay que ponerle a los alimentos la suficiente para que les dé un toque de sabor.
- Las harinas refinadas
Pareciera el mismo cuento, pero con un nombre diferente, ¿verdad? Todo lo procesado tiene que irse eliminando de la cocina y, por ende, de nuestra mesa a la hora de comer. El harina blanca se relaciona como uno de los detonantes de la diabetes y algunas enfermedades crónicas. Se sugiere utilizar harina integral y si te gustan los panes, busca que sean hechos con otros ingredientes (hoy hay muchas opciones en las tiendas naturistas o de orgánicos).
- Los lácteos
Qué difícil es el tema de la leche y sus derivados. Desde que somos pequeños nos acostumbran a tomar este líquido bajo la promesa materna de que así vamos a crecer más y crecer sanos, pero triste realidad… ya no es así. Ahora la leche está tan procesada que se relaciona con el asma, distintas alergias y problemas inmunes.
- La carne
En lo personal siempre me ha gustado la carne. Pero hoy sé que consumirla no es la mejor idea. No sólo por una cuestión de protección animal, sino por todos los daños que nos puede causar. Al igual que pasa con la leche, hoy la carne está llena de toxinas y hormonas resultado de cómo las manejan en la industria para que los animales “rindan más”.
Además de ello, se ha escrito que cuando un animal va a ser sacrificado sufre al igual que lo haría un humano, y todo lo que segrega en ese momento se va a nuestro organismo.
– BlanCalma